El primer paso es buscar personas que tengan conocimiento, experiencia y sobre todo, pasión por cultivar la tierra.

La dedicación y el cuidado son de vital importancia para que la tierra cumpla con las condiciones y parámetros ideales para la producción. Junto a un clima cálido, tierra fértil y el agua más pura para el riego, se conjugan los elementos primordiales para producir frutas de calidad.

Preparamos la tierra aplicando las mejores prácticas agrícolas. Capacitamos a nuestro personal para cuidar que las semillas que siembran tengan todo lo necesario para crecer y madurar.

Observamos, medimos y vigilamos meticulosamente el crecimiento de nuestras frutas hasta que llega el momento de la cosecha. Alimentamos nuestros cultivos con los nutrientes necesarios y los protegemos para que las condiciones climáticas sean perfectas durante su desarrollo.

Capacitamos a las personas que cosecharán y empacarán las frutas en las mejores condiciones. Validamos que nuestras frutas estén sanas e inocuas y que posean el color, el peso y la textura ideal para ser cosechadas.

Una vez que hemos cosechado y empacado nuestras frutas, inicia el último paso del proceso que es enviarlas bajo las condiciones correctas para que lleguen frescas hasta tu centro de distribución.